martes, 17 de julio de 2007

Editorial del día 16 de julio de 2007

RCTV vuelve al aire
(http://www.laprensa.com.ni/archivo/2007/julio/16/noticias/editorial/)

No es sorpresa que La Prensa defienda a RCTV, la televisora que apoyó el golpe de 2002 en Venezuela, la violencia en contra del gobierno democráticamente eligido del presidente Chávez, una de las principales difusores de desinformación, productoras de novelas chatarras, recreadora de imagenes elitistas de la sociedad venezolana (y del mundo en general); en fin, un merecido espacio de la caja tonta. El gobierno sandinista en los 80s soportó igualmente a La Prensa con su apoyo a la guerra de agresión. RCTV en esta decada, así como La Prensa en los 80s en Nicaragua, hubiesen sido cerrados permanentemente en cualquier país del mundo. Pero claro, como estos casos se dan en países que se oponen en EEUU, el escándalo es enorme. Recuerdo que en el pico de la guerra de Irak, la embajada gringa pidió no trasmitir la señal de Al-Jazeera en las estaciones de cable en Nicaragua. Igualmente recuerdo como EEUU bombardeó medios de comunicación oponentes en las invasiones a Bosnia e Irak.

Libertad de expresión para La Prensa significa tener el capital suficiente para montar una corporación y seguir las instrucciones del mercado. Por qué el Estado ha de tratar de integrar espacios sociales y culturales en esa caja tonta invadida de programas hipnotizadores, novelas que crean fantasías capitalistas irrealizables (la niña pobre convertida en la millonaria), pornografía machista, y desinformación sobre el estado del mundo?

Para La Prensa el hecho que TVes, la televisora social que tomó la señal de RCTV, sea vista por el
"8 por ciento de la teleaudiencia" significa que "Chávez no puede obligar a los venezolanos a mirar los programas aburridos y alienantes de la televisión oficialista. La gente, lo mismo en Venezuela que en Nicaragua y en todas partes del mundo, necesita y quiere la diversidad de medios y el pluralismo informativo." Nada más fuera de la realidad. Los espacios culturales siempre han sido marginalizados. Sin embargo, esto no significa que el Estado no debe promover estos espacios. El dejar que una minoría con poder adquisitivo (lo que a los neoliberales les gusta llamar el 'mercado') es dejar morir la cultura de los pueblos. Las clases medias y altas poco se preocupan por el bienenestar de los pobres, poco se diga del bienestar cultural del pueblo. A más ignorantes, mejor para la maquila que explota a nuestra juventud y los deja con habilidades básicas, bases para una nueva fase de expotación.

La Prensa y RCTV son espacios que deben ser reformados. Sánchez Sancho habla de la 'dictadura Chavista' que atenta contra la libertad de expresión. Se olvida que los medios de comunicación privados tienen tanto, o incluso más, poder para fomentar esa libertad de la que tanto hablan. El querer acallar las demandas de los pueblos nicaragüenses y venezolanos es mucho más dañino que el abrir una televisora social.

La nueva, auténtica, libertad está en proceso de gestión.

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